Raymond Orta, especialista en delitos informáticos, indicó que actualmente en el país opera una red internacional de robos y hurtos de equipos móviles, que se apropia de los datos de la víctimas a través de su usuario y contraseña.
Caracas. Según estimaciones de la asociación Paz Activa, al mes se reportan hasta 100.000 celulares robados en el país, por lo que resulta el delito más común.
De acuerdo con su director, Luis Cedeño, los motorizados que cometen este tipo de crimen apenas son una parte del entramado que opera en el robo de celulares, lo que calificó como “crimen organizado”.
“El que roba el equipo no es el mismo que lo procesa y lo vende. Aproximadamente, los motorizados pueden llegar a robar hasta cinco celulares en una cola. Pero también están los pegadores, los aguantadores y los procesadores”, indicó el sociólogo.
Los pegadores son aquellos que usan la fuerza para robar los equipos. Diariamente pueden acumular hasta 30 móviles en sus bolsos, según Cedeño. En la escala le siguen los aguantadores, quienes reciben la mercancía y pagan por los equipos y repuestos de acuerdo a la gama del móvil.
Los procesadores se encargan de clasificar los teléfonos para decidir cuáles van a las cárceles —normalmente los de menor valor— y cuáles vuelven al mercado para ser revendidos.
El pasado 20 de febrero funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana incautaron 500 celulares en tiendas ubicadas en los centros comerciales City Market, Doral Baralt y Metrocenter, ya que los establecimientos compraban y vendían equipos robados.
Tanto Cedeño como Orta no dudan en indicar que el robo de celulares se convirtió en crimen organizado, ya que se manejan altas cantidades de dinero, lo que sugiere que alguien se encarga de las cuentas en todo el sistema.
“Actualmente en el país hay más celulares que personas, por lo que la venta de equipos robados también sale de las fronteras, lo que genera más ganancias”, sostuvo Cedeño.
Secuestros virtuales
El director de Paz Activa también mencionó que otro delito que ocurre por el atraco de celulares son los secuestros virtuales, donde los delincuentes, una vez que roban el aparato, llaman a un familiar de la víctima y le indican que está secuestrada.
“La familia, al no tener cómo comunicarse con la persona, cree lo que dicen los delincuentes y de esta manera entrega el dinero que estén pidiendo”.
Aunque este delito está penado por la ley, son pocas las personas que denuncian el robo de los equipos, pues no ven respuesta de las autoridades, lo que genera impunidad y da margen a que los delincuentes se salgan con la suya. Pese a esto, los especialistas recomendaron acudir a los cuerpos de seguridad y colocar la denuncia.
Fuente: Crónica Uno