Un grupo de 18 de estos participantes estuvieron recibiendo una formación denominada “Transferencia Metodológica – ESPERE” los días 27, 28 y 29 de junio 2019, como parte de las actividades estipuladas por la Asociación Civil Paz Activa contando con la alianza de Ashoka Venezuela y la presencia de Freddy Velandia de organización colombiana Fundación para la Reconciliación.
La mencionada actividad, forma parte de la iniciativa de la Asociación Civil Paz Activa que, desde su programa Justicia Transicional, ayudará a impulsar acciones que coadyuven en la transición a través de la capacitación de formadores para posicionar el perdón y la reconciliación como una fuente de recuperación de la convivencia social, y así facilitar encuentros de solidaridad, reivindicado una serie de principios éticos.
El Director Ejecutivo de Paz Activa, Luis Cedeño resalta la importancia de realizar estas actividades por los momentos que hoy en día vivimos en Venezuela: “Con el perdón como base de interacción humana en lugar del conflicto, los individuos son capaces de reconstruir sus historias personales, curar el resentimiento hacia los demás y avanzar junto con una nueva confianza que rompe el ciclo de la violencia y ayuda al tema de la reconciliación”.
En los próximos meses de julio y agosto 2019, la Asociación Civil Paz Activa estará llevando a cabo otras Escuelas de Perdón y Reconciliación (ESPERE).
A través de las Escuelas de Perdón y Reconciliación, se pretende:
– La construcción de objetivos comunes desde la sabiduría individual hacia los espacios colectivos. La capacitación de los participantes con el propósito de que la conceptualización e internalización de su humanidad, rol y quehacer, rehabiliten su dimensión espiritual y se conviertan en multiplicadores de la cultura de perdón y reconciliación para la resolución pacífica de los conflictos en sus propios espacios comunitarios, facilitando la influencia sobre su entorno con fundamento en la dignidad personal, sin recurrir a prácticas asociadas a la imposición o la violencia.
-La creación de nuevos valores de comportamiento ciudadano bajo la cultura de perdón y reconciliación, fortaleciendo a los participantes en la ética del cuidado propio y de sus relaciones con el entorno físico y humano.
– La construcción y resignificación de conceptos y métodos que superen la dialéctica de la retaliación y la desconfianza para orientarse hacia criterios de respeto, verdad, confianza, responsabilidad y justicia.
-El fortalecimiento del ejercicio cotidiano de construcción y cumplimiento de pactos que garanticen la no repetición de la ofensa y agresión. Por el contrario, se instauran el respeto, la solidaridad, la compasión, la convivencia y el compromiso con la transformación asertiva de los inevitables conflictos de la vida individual y en sociedad.
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