El adolescente y su entorno: factores de riesgo y protección

Mayerling Tuviñez Carrasquero, Trabajadora Social, egresada de La Universidad del Zulia, sostiene que la familia es el principal referente socializador del individuo y posee suma importancia en cuanto al normal desarrollo de los niños y jóvenes.

Es además, la que moldea –a través de los padres- el comportamiento para garantizar la correcta socialización y el adecuado aprendizaje de sus hijos e hijas.

“Por lo que, sus hijas/os imitan conductas de sus progenitores o hermanos, y si esas conductas no son muy adecuadas pues puede que sus conductas tampoco lo sean, originando situaciones más delicadas o graves” explicó Tuviñez Carrasquero en el desarrollo del módulo Protección Infantil – Juvenil y Redes de Apoyo.

La falta de apoyo  y los riesgos

“Tanto la falta de comunicación en la familia, o resolver los problemas con violencia, o la falta de atención y cariño, o el exceso, es perjudicial para el desarrollo de sus hijos, por tanto, sus conductas pueden desencadenar en malas acciones”, refirió Tuviñez Carrasquero.

Añadió también que a medida que el padre o la madre va teniendo una actitud hostil, cruel o negativa de cualquier forma hacia el niño o el adolescente, éste se sentirá humillado. “En estos casos, lo que ocurre es que el  termina aprendiendo que la conducta violenta es un buen medio para solucionar los conflictos. También el maltrato infantil se ha demostrado que desencadena en factores de riesgo y conductas inapropiadas” , explicó.

Tuviñez Carrasquero aseveró también que las conductas riesgosas se caracterizan por amenazar el desarrollo personal del adolescente, y suelen tener consecuencias perjudiciales para la salud en términos de patologías, roles sociales y, desarrollo personal. “Estar y sentirse protegidos también implica la autoprotección y el reconocimiento de su mapa de vida. Así, los jóvenes participantes analizan cada ruta diaria e inician un proceso consciente de toma de decisiones para transitar más seguros/as a través de ella”.

El proyecto Jóvenes y Escuelas  Agentes de Paz que desarrolla La Asociación Civil Paz Activa, en alianza con la Unión Europea, va dirigido a adolescentes entre 12 y 14 años de edad, cursantes de séptimo y octavo grado de Educación Básica , que se encuentran en entornos vulnerables y cuyas condiciones familiares, académicas y socioculturales se han visto afectadas especialmente en los últimos 5 años.

El objetivo es fortalecer  sus capacidades, habilidades y competencias asociadas con la cultura de paz, desde la atención de diferentes componentes ligados al apoyo psicosocial, manejo del mundo emocional y la formación y capacitación en artes y oficios.

En estas actividades, los jóvenes y adolescentes de diferentes instituciones educativas del país profundizan sobre su derecho a estar y sentirse seguros/as y protegidos/as. Condiciones tales como migración familiar, ausencia de personal docente, hermanos/as “mayores” que fungen como cuidadores, entre otros; son circunstancias que alteran el derecho de estar y sentirse protegido lo que podría impulsar a los jóvenes a situarse en condiciones de riesgo al intentar por cualquier medio procurarse la tranquilidad y el derecho humano de vivir la protección.

El proyecto abarca ocho planteles, de los cuales cinco están   adscritos al Movimiento de Educación Popular Integral Fe y Alegría: Colegio Presidente Kennedy –Petare-; U.E Virginia de Ruiz –La Silsa , AV Morán-; Colegio Dr Prisco Villasmil –Antímano-, U.E Padre Joaquín López –carretera Petare/Guarenas- y la U.E María Inmaculada en Petare, mientras que otros 3 , adscritas a la Asociación Venezolana de Escuelas Católicas , situadas en  la región Barlovento,  la  U.E Cristo Liberador ,  U.E Argelia Laya y la U.E. P. María Auxiliadora, ubicada en el municipio El Hatillo, estado Miranda.

El proyecto Jóvenes y Escuelas Agentes de Paz acompaña también  a los docentes y comunidad educativa en su fortalecimiento como red de apoyo fundamental para la seguridad y protección de los alumnos, alumnas y familias.

Las instituciones educativas forman parte de los lugares más seguros de los adolescentes y jóvenes, por lo tanto es  importante fortalecer y animar la labor de los maestros y docentes en medio de las difíciles circunstancias que atraviesa el sistema educativo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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