La actuación de estas bandas afectas al Gobierno de Nicolás Maduro está relacionada con al menos cinco de las 29 víctimas mortales recientes registradas durante las manifestaciones opositoras.
Su acción está registrada en decenas de videos y fotos de las protestas que cumplen un mes este lunes. Suelen llegar en motos, de a dos en cada una, visten ropa oscura, encapuchados, armas al cinto. Rodean a manifestantes –o barrios enteros, generalmente identificados como de la oposición– y los agreden bajo la mirada indiferente y hasta cómplice de la Guardia Nacional y la Policía Bolivariana, a juzgar por las imágenes.
Se trata de los ‘colectivos’, las bandas armadas que defienden a la revolución bolivariana, asentadas especialmente al oeste de Caracas –en densos urbanismos como el 23 de Enero y las zonas de Catia y San Martín– y que actúan bajo la más diáfana impunidad.
Precisamente, este 1.° de mayo, día que siempre ha sido de masivas concentraciones chavistas, los opositores del gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela volverán a desafiarlo con marchas hacia las sedes del TSJ y el Consejo Nacional Electoral en los 24 estados del país.
La actuación de los ‘colectivos’ está relacionada con por lo menos cinco de las 29 víctimas de las protestas que comenzaron el 1.° de abril; también con ataques a residencias y saqueos, pero hasta ahora ninguno fue presentado ante la justicia. La génesis de estas bandas antecede la llegada del chavismo al poder.
Pequeños y medianos grupos en zonas populares y en su mayoría de izquierda, que con la llegada de Hugo Chávez a la presidencia se convirtieron en colectivos que armaban –y la mayoría aún lo hace– actividades culturales, deportivas y comerciales (las llamadas ‘cooperativas’) para el barrio.
Sin embargo, muchas de ellas hacen apología a conceptos como la rebelión y justifican la lucha armada de forma cuasi religiosa. Su naturaleza inicial no era la agresión, pero entre la política y el dinero muchas mutaron en bandas armadas que actúan a la sombra del Gobierno.
El sociólogo, experto en delito organizado y director de la ONG Paz Activa, Luis Cedeño, tiene años estudiando a los ‘colectivos’ y asegura que funcionan como bandas criminales con un nivel de operatividad importante, gracias a la participación de policías desmovilizados luego de que el gobierno de Chávez disolvió a la Policía Metropolitana (PM) tras el golpe de estado del 2002.
“Desde esa fecha, el Gobierno sintió la necesidad de formar grupos más activos políticamente. Claro que los ‘colectivos’ no están conformados únicamente por antiguos policías, pero aquellos corruptos de la PM que perdieron su trabajo y eran cercanos al Gobierno fueron claves para la organización que vemos”.
No es una fuerza paramilitar ni parapolicial, no tienen capacidad de actuar como una fuerza armada paralela.
Aunque algunos análisis les confieren a los ‘colectivos’ una fuerte carga ideológica, Cedeño asegura que su motivación principal es económica. “Funcionan como células de guerrilla urbana, no es una fuerza paramilitar ni parapolicial, no tienen capacidad de actuar como una fuerza armada paralela. Mucha gente piensa que son grupos fanáticos, pero no, funcionan mientras les paguen.”
La actuación de estas bandas no es constante, pero sí lo suficientemente agresiva como para generar un efecto disuasivo. En jornadas electorales y manifestaciones, como ahora, se activan en las calles. Cedeño dice que en Caracas hay por lo menos una docena de estas bandas y que en otras regiones como Mérida y Táchira cuentan con una organización similar.
Sin embargo, en casi toda Venezuela se reporta en alguna medida la existencia de grupos de choque pro oficialistas que operan con la misma impunidad que en la capital. Solo el jueves irrumpieron violentamente en el concejo municipal de Barquisimeto y agredieron a concejales y funcionarios de la alcaldía, liderada por un opositor.
Al ser grupos ilegales e irreconocibles representan también un verdadero comodín discursivo para el Gobierno, que califica cualquier actuación violenta como parte del “terrorismo de la derecha”.
“Los ‘colectivos’ armados actúan como provocadores en manifestaciones y protestas para generar la actuación de la guardia y la Policía”, advierte la ONG Control Ciudadano, que señala también que “seleccionan infraestructuras gubernamentales para quemarlas y destruirlas (…) dichos son grabados y exhibidos por el Gobierno como ataques de la oposición”. A pesar de su carácter clandestino, alguna vez el presidente Hugo Chávez dijo que los ‘colectivos’ eran el “brazo armado de la revolución”.
Fuente: El Tiempo de Colombia